La metodología OKR (Objectives and Key Results) es una técnica de gestión popularizada por empresas como Google, que ayuda a las organizaciones a establecer y alcanzar metas claras y medibles. En este artículo, nos centraremos en los Objetivos, una de las dos partes fundamentales de OKR.
La metodología OKR (Objectives and Key Results) es una técnica de gestión popularizada por empresas como Google, que ayuda a las organizaciones a establecer y alcanzar metas claras y medibles. En este artículo, nos centraremos en los Objetivos, una de las tres partes fundamentales de OKR.
Un Objetivo de OKR es una declaración clara y concisa que define lo que se quiere lograr. Los objetivos deben ser inspiradores, ambiciosos y cualitativos.
Y esta es la clave: "cualitativos".
Pues a diferencia de los Resultados Clave, que son métricas cuantitativas, los objetivos son descripciones de alto nivel que marcan la dirección en la que la organización o el equipo debe moverse.
Un buen objetivo debe ser inspirador y motivador. Debe tener la capacidad de impulsar al equipo hacia el logro de metas significativas.
Además, es fundamental que el objetivo sea claro y conciso. Debe ser fácilmente entendible y no ambiguo, de modo que todos los miembros del equipo sepan exactamente qué se espera alcanzar.
También, es importante que el objetivo esté alineado con la estrategia de la organización. Esto significa que debe estar en línea con la misión y la visión de la empresa, así como a objetivos de nivel superior, asegurando que todos los esfuerzos contribuyan a los objetivos estratégicos a largo plazo.
Por último, un buen objetivo debe ser temporal, es decir, debe tener un marco de tiempo claro. Puede ser trimestral, anual u otro período definido, lo que permite establecer un horizonte temporal para la consecución del objetivo y facilita su seguimiento y evaluación.
La cadencia en OKR se refiere a la frecuencia con la que se establecen, revisan y evalúan los objetivos y resultados clave. Es un aspecto fundamental de la metodología OKR, ya que asegura que los equipos y la organización en su conjunto se mantengan alineados y enfocados en sus metas.
Existen dos configuraciones típicas de cadencia: anual y trimestral.
Nota que esta combinación de cadencias es la más habitual, aunque se pueden definir otras de diferente plazo según la naturaleza del proyecto o las necesidades de la organización, como mensuales o trianuales.
Existen dos responsables de un Objetivo: la persona que rinde cuentas del objetivo y el equipo asignado.
La persona que rinde cuentas, ya sea un gerente, líder de equipo o individuo, es responsable de definir los OKRs ambiciosos y medibles, comunicarlos al equipo, y establecer planes de acción detallados. Además, debe monitorear el progreso, realizar ajustes necesarios, motivar e inspirar al equipo, y celebrar los éxitos aprendiendo de los fracasos.
El equipo asignado al objetivo, que puede incluir miembros internos como externos, debe comprender los OKRs, participar en la definición y desarrollo de planes de acción, realizar las tareas asignadas, brindar retroalimentación y celebrar los éxitos aprendiendo de los fracasos.
En la metodología OKR, se sugiere definir entre 3 y 5 objetivos por ciclo, ya sea trimestral o anual. Esto permite mantener un enfoque claro y evitar la dispersión de esfuerzos. A su vez, cada objetivo debe tener entre 3 y 5 resultados clave para asegurar que sean medibles y alcanzables. Mantener este rango ayuda a que los equipos y la organización se mantengan enfocados y alineados con sus metas estratégicas, permitiendo una evaluación efectiva del progreso.
La metodología OKR ayuda a las organizaciones a establecer y alcanzar metas claras y medibles mediante objetivos inspiradores, ambiciosos y cualitativos. Estos objetivos deben ser claros, alineados con la estrategia organizacional y tener un marco de tiempo definido. La cadencia anual y trimestral asegura la alineación y el enfoque en las metas, permitiendo ajustes rápidos y flexibilidad. La responsabilidad de los objetivos recae tanto en la persona que rinde cuentas como en el equipo asignado. Definir entre 3 y 5 objetivos por ciclo, cada uno con 3 a 5 resultados clave, mantiene el enfoque y facilita una evaluación efectiva del progreso, maximizando el rendimiento y logrando las metas estratégicas.
Para aprender más sobre la metodología OKR y cómo implementarla, puedes consultar los siguientes recursos: